la voz que clama en el desierto

Un día los enanos se revolverán contra Gulliver
todos los hombres de corazón diminutos armados con palos y con hoces
asaltarán al único gigante con sus pequeños rencores
con su bilis, con su rabia, enanos afeitados y miopes.

Pobre de ti Gulliver, pobre de ti
el día que todos los enanos unan sus herramientas y su odio
sus costumbres, sus vicios, sus carteras, sus horarios
no podrán, no podrán, no podrán perdonarte que sea alto.

Para ellos la generosidad no es más que un lujo que no pueden pagarse
viven alimentados por la envidia que los habita en forma de costumbre
míralos revolverse recelosos tras sus gafas de cocha
te acusarán, te acusarán, te acusarán:

De ser el tuerto en el país de los ciegos
de ser quien habla en el país de los mudos
de ser el loco en el país de los cuerdos
de andar en el país de los cansados
de ser el sabio en el país de los necios
de ser el malo en el país de los buenos
de divertirte en el país de los serios
de estar libre en el país de los presos
de estar vivo en el país de los muertos
de ser gigante en el país de los enanos
de ser la voz que clama en el desierto


J. SABINA, Gulliver, 1980