LOS ‘YAYOFLAUTAS’ SE CUELAN EN UN BUS DE BARCELONA CONTRA LOS RECORTES
Los ancianos han entrado sin pagar en el transporte en protesta por las subidas de precio de los servicios públicos como preludio del #yonopago en el metro de esta tarde
Las protestas de los indignados contra los recortes sociales, el pago de la deuda y los rescates a la banca están diversificándose y apuntando cada vez a más objetivos. Hace dos semanas veíamos como bajo el lema 'yo no pago' decenas de personas intentaron denunciar en Madrid, y en otras ciudades españolas, la subida del precio del transporte público, entrando sin pagar en el metro, que acabó con tres detenidos y varios heridos.
En esta ocasión han sido los ancianos los que se han colocado a la vanguardia de la reivindicación en Barcelona, son los autodenominados 'yayoflautas'. Esta mañana han irrumpido en un autobús de Barcelona y han gritado y coreado consignas contra los recortes.
Los ancianos han entrado sin pagar en el transporte en protesta por las subidas de precio de los servicios públicos como preludio del #yonopago en el metro de esta tarde
Las protestas de los indignados contra los recortes sociales, el pago de la deuda y los rescates a la banca están diversificándose y apuntando cada vez a más objetivos. Hace dos semanas veíamos como bajo el lema 'yo no pago' decenas de personas intentaron denunciar en Madrid, y en otras ciudades españolas, la subida del precio del transporte público, entrando sin pagar en el metro, que acabó con tres detenidos y varios heridos.
En esta ocasión han sido los ancianos los que se han colocado a la vanguardia de la reivindicación en Barcelona, son los autodenominados 'yayoflautas'. Esta mañana han irrumpido en un autobús de Barcelona y han gritado y coreado consignas contra los recortes.
María, una de las 'yayoflautas', ha explicado que los ancianos se han subido al autobús, de la línea 47, en la Plaza Catalunya, y han seguido la ruta hacia su final, en el barrio de Canyelles, de Nou Barris, montando un gran alboroto, aunque el vehículo puede seguir su recorrido con normalidad y los demás pasajeros pueden subir y bajar.
El objetivo de estos 'yayoflautas' es que, una vez que lleguen a su destino, se les sumen varios integrantes de la Asociación de Vecinos de Nou Barris, para volver a coger la misma línea de autobús y regresar hasta Plaza Catalunya, donde prevén celebrar una asamblea.
Muchos de los jubilados que protagonizan esta iniciativa han participado activamente los últimos meses en las actividades y protestas organizadas por el movimiento 15-M, a algunos de cuyos seguidores se les denomina "perroflautas", por lo que han optado por autodenominarse con un nombre similar al de aquellos.
Por su parte, un portavoz de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha señalado a Efe que, por el momento, ningún conductor de autobús les ha comunicado ninguna alteración del orden ni del servicio, por lo que no tienen constancia de ninguna incidencia.
Para esta tarde, el movimiento #yonopago, apoyado por el 15-M y Juventud Sin Futuro, ha hecho un llamamiento a través de las redes sociales para repetir la acción a las 19:00 horas en las principales plazas de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao.
El movimiento #yonopago, inspirado en una iniciativa que nació en Grecia, pretende también reclamar que no se pague con dinero de los contribuyentes la deuda con la banca y visibilizar el hecho de que cada vez son más caros los servicios públicos mientras siguen existiendo altos niveles de corrupción y de evasión fiscal.
PÚBLICO, 1/2/12
LOS YAYOFLAUTAS
Ahora que los perroflauta parecen diluidos en un olvido asambleario de 15-M y Puerta del Sol, emerge en esta España impredecible la figura del yayoflauta, el anciano indignado, octubrero, marchoso y contrasistema. Esta semana los abuelos se dedicaron, en Barcelona, a subirse al autobús por lo gratis para protestar por sus cosas, por nuestras cosas, por la injusticia, por la explotación y por lo caro que han puesto el billete de autobús.
O realmente la viagra hace más milagros de los que dice el prospecto, o van a tener razón los posfascistas y hay que subir la edad de jubilación hasta los cien años. Uno que se salta al metro o al bus, aunque peine canas, también tiene que ser capaz de trabajar o de apuntarse a las castas olimpiadas en pantalón largo de sor Ana Botella.
Alguien dijo una vez que no es cierto que los viejos regresen a la niñez. Pasa que, al llegar a viejo, la vida no te ha concedido aun el tiempo suficiente como para dejar de ser un niño. Y ahí están estos abuelos, asaltando tranvías como Buth Cassidy y Sundance Kid para oponerse al poder establecido que nos estabula, oprime, reprime y subprime, con perdón.
O realmente la viagra hace más milagros de los que dice el prospecto, o van a tener razón los posfascistas y hay que subir la edad de jubilación hasta los cien años. Uno que se salta al metro o al bus, aunque peine canas, también tiene que ser capaz de trabajar o de apuntarse a las castas olimpiadas en pantalón largo de sor Ana Botella.
Alguien dijo una vez que no es cierto que los viejos regresen a la niñez. Pasa que, al llegar a viejo, la vida no te ha concedido aun el tiempo suficiente como para dejar de ser un niño. Y ahí están estos abuelos, asaltando tranvías como Buth Cassidy y Sundance Kid para oponerse al poder establecido que nos estabula, oprime, reprime y subprime, con perdón.
Siempre he estado orgulloso de mis mayores, pero verlos asaltar autobuses con sus bastones y sus refajos me inclina hasta la adoración.
El octubrismo de nuestros jubilados tiene una explicación sociológica: son la primera generación de ancianos que ha vivido tantos años en dictadura como en democracia, y por eso son los primeros que han perdido el miedo a significarse que alcanforó el silencio de sus padres durante 40 años. Hoy me he prometido beber y fumar menos desde ya. No quiero morirme sin llegar a ser algún día yayoflauta.
Aníbal MALVAR, PÚBLICO, 5/2/12