¿Un hombre insatisfecho o un cerdo satisfecho?

“Es un hecho incuestionable que quienes tienen un conocimiento igual y una capacidad igual de apreciar y gozar, dan una marcada preferencia al modo de existencia que emplea facultades superiores. Pocas criaturas humanas consentirían que se las convirtiera en alguno de los animales inferiores a cambio de un goce total de los placeres bestiales; ningún ser humano inteligente consentiría en ser un loco, ninguna persona instruida en ser un ignorante, ninguna persona con sentimiento y sensible en ser egoísta e infame. No estarán dispuestos a ceder lo que poseen a cambio de la más completa satisfacción de todos los deseos que tienen en común con ellos.
Un ser de facultades más elevadas necesita más para ser feliz; probablemente es capaz de sufrir más agudamente y con toda seguridad ofrece más puntos de acceso al sufrimiento que uno de tipo inferior; pero a pesar de estas desventajas, nunca puede desear verdaderamente hundirse en lo que considera un grado inferior de la existencia.
(...) Es indiscutible que los seres cuya capacidad de gozar es baja tienen mayores posibilidades de satisfacerla totalmente; y un ser dotado superiormente siempre sentirá que toda la felicidad a la que puede aspirar será imperfecta. Pero puede aprender a soportar esas imperfecciones. Y éstas no le harán envidiar al que es inconsciente de ellas.
Es mejor ser un hombre insatisfecho que un cerdo satisfecho; es mejor ser un Sócrates insatisfecho que un loco satisfecho. Y si el loco o el cerdo son de distinta opinión es porque sólo conocen su propio lado de la cuestión. El otro extremo de la comparación conoce ambos.”

J.S. MILL , “El utilitarismo”