¿Es posible que el pensar nos haga mejores?


¿Es posible que la actividad del pensamiento como tal -el hábito de reflexionar sobre cualquier cosa que suceda o llame la atención más allá de los resultados y los contenidos específicos- sea parte de las condiciones que hacen que los hombres se abstengan de hacer el mal, o que incluso los condicione contra el mal?
H. ARENDT, La vida de la mente