Otros han traducido sus palabras para que las podamos leer mejor:
Venga la gente de alrededor, reúnanse, dondequiera que estén,
y admitan que las aguas han crecido a su alrededor
y acepten que pronto estarán calados hasta los huesos,
si creen que su tiempo es digno de salvarse,
será mejor que comiencen a nadar o se hundirán como piedras
porque los tiempos están cambiando.
Vengan escritores y críticos que profetizan con su pluma
y mantengan los ojos bien abiertos, la ocasión no vendrá de nuevo,
y no hablen demasiado pronto pues la rueda todavía está en giro
y no ha nombrado quién es el elegido
porque el ahora perdedor será más tarde el ganador
porque los tiempos están cambiando.
Vengan senadores, congresistas por favor, oigan la llamada
y no se queden en el umbral, no bloqueen la entrada,
porque resultará herido el que se haya opuesto,
hay en el exterior una batalla furibunda,
pronto golpeará su ventanas y crujirán sus muros
porque los tiempos están cambiando.
Vengan padres y madres de alrededor de la tierra
y no critiquen lo que no pueden entender,
sus hijos e hijas están fuera de su control,
su viejo camino envejece rápidamente,
por favor, dejen paso al nuevo si no pueden echar una mano
porque los tiempos están cambiando.
La línea está trazada y marcado el destino
los lentos de ahora, serán rápidos más tarde
como lo ahora presente más tarde será pasado,
el orden se desvanece rápidamente
y el ahora primero más tarde será el último
porque los tiempos están cambiando.
Y como el anuncio, la advertencia venía en una canción, también se puede oír.
Fue cierto y los tiempos cambiaron... ¿mucho o poco? ¿demasiado, demasiado poco? Quién sabe.
Pero hoy, 2011, siglo XXI, ahora más que nunca,quizás más que nunca antes más, la profecía se convierte, deja paso a una exigencia... que es además una evidencia: los tiempos tienen que cambiar.