6ª ETAPA

Un paseo… pero, en esta ocasión ni urbano ni campestre… un paseo intelectual, de biblioteca.







VIDAS PARALELAS




Dos mujeres.
Dos vidas llenas de aventuras.
Una inmensa admiración que despiertan alrededor, pero también, y precisamente por eso mismo, envidias, celos, odio… el rechazo y la maledicencia de una buena parte de la sociedad en la que viven,
La denigración que las persigue se concreta finalmente en una misma acusación dirigida hacia ellas,
Y la acusación, en ambos casos concluye judicialmente,
y además con la misma petición de pena, la pena capital
Luego, lo que está en juego es la vida de ambas mujeres.
Y las dos acusaciones conducen a dos juicios.
Dos juicios en los que esas dos mujeres tienen que luchar por sus salvar sus vidas.
Y si hay dos juicios, tiene que haber dos abogados,
Y desde luego que los hay, dos abogados; y en los dos casos la relación que se entabla es más, mucho más que la mera relación entre abogado y cliente,
Y cuando hay un juicio, y se trata de encontrar a un abogado, lo mejor es contratar al mejor.
Y el mejor abogado es el más elocuente, el más persuasivo, el más diestro con la retórica y la argumentación, el mejor orador,
Pero, a veces, para ganar un litigio, y más cuando está en juego la vida de una persona alrededor de la cual se despierta tanto resentimiento y encono, no basta con la palabra, con el argumento, con la retórica jurídica…
Y entonces, cuando esto ocurre, cuando no basta la palabra como arma de defensa, ¿qué hacer?

Y en medio de todo este galimatías, unos cuantos filósofos.
¿Qué se creían ustedes, que la filosofía no iba a introducir su patita por aquí?

Pero vayamos con orden y por partes.
Dos mujeres y por tanto dos caminos.

El primer camino, el que nos conduce hacia la primera mujer, comienza con un filósofo (1) que también tuvo, por su parte, sus problemas legales, nada menos que por decir que la luna y el sol eran bolas enormes de metal, y no seres divinos, y tuvo que poner pies en polvorosa para evitar males mayores.
No obstante, parece ser que la auténtica causa de esos problemas fue la relación que este filósofo tenía con un político (2), importante, fundamental en esa época; una relación primero de maestro-discípulo y que finalmente llegó a ser de profunda amistad.
Este político, - que además de político es un gran orador, dejó una frase muy enigmática que siempre ha llamado profundamente la atención por el desconcierto que entraña: por todas partes hemos dejado monumentos, para bien o para mal, imperecederos detrás nuestro (3)
Y quizás como todos los políticos importantes, es amado y odiado con la misma desmesura; por un lado ciertamente marca su época y no solo la suya (hay quien dice que incluso en parte también la nuestra), pero por otro lado tiene que afrontar graves y profundos conflictos, que no solo le afectan a él sino igualmente a todos cuantos le rodean. Sus amigos son asimismo acosados, perseguidos; no solo el filósofo mencionado arriba sino además un escultor (4), probablemente el mejor de la época y uno de los creadores fundamentales de toda la historia humana, responsable de algunos grupos escultóricos que acompañan a una (5) de las siete maravillas del mundo
Y en este contexto de persecución y odio a todo lo relacionado con ese político, llegamos a la mujer, a nuestra primera mujer (6), que mantuvo una muy íntima pero también polémica y, para muchos, escandalosa relación con él, que, no obstante y a pesar de todas las adversidades, se mantuvo hasta la muerte de éste.
Acusada por un poeta y cómico (7) - ni los poetas ni los cómicos son siempre de fiar, desde luego- fue llevada a juicio. Y como estaba en juego su vida, ¿a quién acudir mejor, para su defensa, que a aquél que pasaba por ser el personaje más importante de la época? El político referido, naturalmente. Él actuó de abogado defensor.

El segundo camino que tiene que llevarnos hacia la segunda mujer, comienza asimismo en otro filósofo (8), señalado especialmente por la austeridad y probidad de sus costumbres.
Este filósofo había sido discípulo de otro filósofo (9), especialmente interesado por las matemáticas y fundador de una escuela (10) de filosofía muy célebre en su tiempo y mucho más posteriormente, siendo el sucesor del sucesor del fundador en la dirección de esa institución educativa. Curiosamente a estos dos filósofos, al maestro y al discípulo, les ocurrió la misma desventura en su vida (11), de la que consiguieron salir no sin dificultades.
Era tal la frugalidad, pureza y ascetismo del filósofo que algunos incrédulos de semejante rectitud quisieron ponerlo a prueba, someterlo a una tentación (12) que creyeron irresistible; y en esa tentación entra en juego la segunda mujer, nuestra segunda mujer (13), que parece que colaboró con cierta insana satisfacción en la prueba, y de la que, por cierto, salió bastante frustrada.
Esta mujer, nuestra segunda mujer, estuvo durante mucho tiempo muy relacionada, íntima y tormentosamente relacionada con un escultor (14), otro escultor. Y fue este escultor el que, cuando se hizo pública la acusación, buscó al mejor abogado (15) del momento para la defensa de la mujer.





Pues bien, ya tenemos situadas a las dos mujeres; ya las tenemos en el juicio, delante del tribunal; ya tenemos a los dos grandes abogados ejerciendo la defensa, utilizando todos sus recursos retóricos…
Recuperamos entonces la pregunta que aparecía antes: cuando la palabra, la erudición, la elocuencia, la oratoria no es suficiente, ¿qué hacer?
No queda más remedio que utilizar otras técnicas, otras argucias, otras armas. Pero ¿cuáles?






LA MEJOR ARMA DE PERSUASIÓN.





La tarea: Responder a la cuestión principal: ¿CUÁL ES LA MEJOR ARMA DE PERSUASIÓN?
Pero asimismo resolver las cuestiones concretas que debidamente numeradas aparecen en la exposición. (incluida, por supuesto, la de más abajo)
La pista: Demasiados datos hay ya como para necesitar más pistas.
Plazo: desde ahora mismo, hasta sábado 14 enero, 14:00 horas
Puntuaciones:
Cuestión principal:
1ª respuesta válida, 20 puntos
2ª respuesta válida, 15 puntos
3ª – 5ª respuestas válidas, 10 puntos
6ª – 10ª respuestas válidas, 8 puntos
Resto de respuestas válidas, 5 puntos

Cuestiones auxiliares:
2 puntos por identificación válida.

Aunque, puesto que hemos estado con abogados, si se trata de abogados, yo elegiría sin ninguna duda a éste (16)