6ª Etapa. La mejor arma de persuasión. SOLUCIÓN

Repasemos primero el texto completo de la prueba, resolviendo las cuestiones que allí aparecen:


El primer camino, el que nos conduce hacia la primera mujer, comienza con un filósofo (ANAXÁGORAS de Clazomene) que también tuvo, por su parte, sus problemas legales, nada menos que por decir que la luna y el sol eran bolas enormes de metal, y no seres divinos, y tuvo que poner pies en polvorosa para evitar males mayores.
No obstante, parece ser que la auténtica causa de esos problemas fue la relación que este filósofo tenía con un político (PERICLES), importante, fundamental en esa época; una relación primero de maestro-discípulo y que finalmente llegó a ser de profunda amistad.
Este político, - que además de político es un gran orador, dejó una frase muy enigmática que siempre ha llamado profundamente la atención por el desconcierto que entraña: por todas partes hemos dejado monumentos, para bien o para mal, imperecederos detrás nuestro (ORACIÓN FÚNEBRE, Pericles)
Y quizás como todos los políticos importantes, es amado y odiado con la misma desmesura; por un lado ciertamente marca su época y no solo la suya (hay quien dice que incluso en parte también la nuestra), pero por otro lado tiene que afrontar graves y profundos conflictos, que no solo le afectan a él sino igualmente a todos cuantos le rodean. Sus amigos son asimismo acosados, perseguidos; no solo el filósofo mencionado arriba sino además un escultor (FIDIAS), probablemente el mejor de la época y uno de los creadores fundamentales de toda la historia humana, responsable de algunos grupos escultóricos que acompañan a una (PARTENÓN, aunque también pueden valer otras) de las siete maravillas del mundo
Y en este contexto de persecución y odio a todo lo relacionado con ese político, llegamos a la mujer, a nuestra primera mujer (ASPASIA), que mantuvo una muy íntima pero también polémica y, para muchos, escandalosa relación con él, que, no obstante y a pesar de todas las adversidades, se mantuvo hasta la muerte de éste.
Acusada por un poeta y cómico (HERMIPO) - ni los poetas ni los cómicos son siempre de fiar, desde luego- fue llevada a juicio. Y como estaba en juego su vida, ¿a quién acudir mejor, para su defensa, que a aquél que pasaba por ser el personaje más importante de la época? El político referido, naturalmente. Él actuó de abogado defensor.

El segundo camino que tiene que llevarnos hacia la segunda mujer, comienza asimismo en otro filósofo (JENÓCRATES de Calcedonia), señalado especialmente por la austeridad y probidad de sus costumbres.
Este filósofo había sido discípulo de otro filósofo (PLATÓN), especialmente interesado por las matemáticas y fundador de una escuela (la ACADEMIA) de filosofía muy célebre en su tiempo y mucho más posteriormente, siendo el sucesor del sucesor del fundador en la dirección de esa institución educativa. Curiosamente a estos dos filósofos, al maestro y al discípulo, les ocurrió la misma desventura en su vida (fueron apresados y vendidos como ESCLAVOS), de la que consiguieron salir no sin dificultades.
Era tal la frugalidad, pureza y ascetismo del filósofo que algunos incrédulos de semejante rectitud quisieron ponerlo a prueba, someterlo a una tentación (SER SEDUCIDO) que creyeron irresistible; y en esa tentación entra en juego la segunda mujer, nuestra segunda mujer (FRINÉ), que parece que colaboró con cierta insana satisfacción en la prueba, y de la que, por cierto, salió bastante frustrada.
Esta mujer, nuestra segunda mujer, estuvo durante mucho tiempo muy relacionada, íntima y tormentosamente relacionada con un escultor (PRAXÍTELES), otro escultor. Y fue este escultor el que, cuando se hizo pública la acusación, buscó al mejor abogado (HIPÉRIDES) del momento para la defensa de la mujer.




Aparecen de este modo identificadas las dos mujeres que buscábamos: ASPASIA y FRINÉ

Y es entonces cuando se puede resolver la tarea principal de la etapa: LA MEJOR ARMA DE PERSUASIÓN.


Escuchemos, leamos, a los que nos informan de primera mano de esos dos juicios y de las dos tácticas de esos grandes abogados:


PLUTARCO, Vidas paralelas:

Aspasia fue acusada del crimen de irreligión, siendo el poeta cómico Hermipo quien la perseguía (…) Diopites hizo también decreto para que denunciase a los que no creían en las cosas divinas, o hablaban en su enseñanza de los fenómenos celestes; en lo que, a causa de Anaxágoras, se procuraba sembrar sospechas contra Pericles (…) Por Aspasia intercedió (Pericles), y en el juicio, como dice Esquines, vertió por ella muchas lágrimas, haciendo súplicas a los jueces; pero temiendo por Anaxágoras, con tiempo le hizo salir y alejarse de la ciudad



Quinto Fabio QUINTILIANO, Instituciones oratorias:


Friné fue absuelta por sus jueces. no tanto por la defensa de Hiperides, aunque fue admirable, sino por la contemplación de su hermosísimo cuerpo, ofrecida mostrándose desnuda al quitarse la tánica (en pleno proceso), en la creencia de librarse del peligro





Dos mujeres que merecen figurar sin duda alguna en nuestro apartado de GENTE A LA QUE HAY QUE CONOCER. Y que algún día aparecerán. Seguro. Comprometidos quedamos pues.

De momento nos quedaremos con una OBRA MAESTRA en la que aparece una de ellas.


¡Ah! ¿y el tercer abogado? Por supuesto, el colosal e inmenso actor Charles LAUGTHON, y una película que también se incorpora a esa obra maestra referida antes.




PRÓXIMA ETAPA: viernes, 20 enero;


16:30 horas