Un cadáver peregrino

El 28 de agosto del 430, muere en Hipona AGUSTÍN, poco antes de que se efectivamente produjera lo que tanto temía el filósofo; que la ciudad fuera arrasada por los vándalos de Genserico.

A partir de ese momento, sus restos iniciarán un largo y tortuoso peregrinaje; de distintos lugares africanos a Italia, concretamente a Cerdeña, para después ser transportados de nuevo hasta Pavía.
Allí definitivamente reposan, en la iglesia San Pietro in Ciel d´Oro