Monstruos, fieras, bestias y otras alimañas

¿Se han creído que los monstruos son seres de otros mundos, de lugares míticos, de lejanas Samarcandas y remotas Arcadias? 
Sí, desde luego que sí... 
pero ¡¡NO!! porque también los hay en nuestro mundo, entre nosotros, en nuestra comarca, en nuestras ciudades y nuestros campos, en los alrededores mismos de nuestro río, svcronostrumdedudasdesvelosynaufragios



Viviremos en una Estepa, fría, áspera... pero tenemos de todo, o casi de todo, o, por lo menos, de todo lo importante... 

Una esfinge terrible, de aterradores y acojon... acongojantes enigmas, que tortura incansablemente a los de 2º de Bachillerato;
un búho, hierático e impasible, de ojos escrutadores, que vigila insobornable en 1º de Bachillerato,
una oveja negra, la más antigua que nos acompaña, lamásnegradetodaslasovejasnegras, que cuida pero también exige en 4º de la ESO,
y otro recién llegado, pero no por eso menos menos valioso y tortuoso; un perro verde raroraro como solo lo puede ser un bicho así, para los alumnos de Psicología...

Pero ¿eso es todo? ¿aquí, con estos seres tan extraordinarios, comprometidos y comprometedores, concluye nuestro catálogo? ¿solo con esos?

Pues claro que no. 

Abramos nuestros ojos, armémonos de arrojo y valor, reunamos osadía y temeridad, conjugémoslas con la templanza.. completemos, aumentemos nuestro BESTIARIO.

Dos tareas:
  • buscar, encontrar, traer hasta aquí nuevos seres monstruosos, fieros, bestiales;


y
  • localizar los descubiertos, acercarse con toda la precaución pero también con toda la valentía del mundo a ellos, fotografiarse con ellos y después intentar salvar la vida,

¿Y qué hacer entonces?
Pues hacer llegar el testimonio gráfico, la fotografía, al departamento de Filosofía:
filosofiariojucar@gmail.com


Todo ello será, por supuesto debidamente recompensado. 
¿Cómo? Con el agasajo que merecen los héroes, con el laurel y el mirto, la admiración de chicos o de chicas, o de chicosychicas, el honor y la gloria de figurar para siempre en el aula de Filosofía, en el Olimpo... y bueno, algún que otro punto (o incluso más... o menos), por qué no.





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