Albert Camus: autorretrato del
hombre que buscaba la felicidad
'Breviario de la dignidad humana' recoge
cerca de 200 pensamientos e ideas de Albert Camus
Un referente moral, un enseñante de la
dignidad humana o una especie de conciencia del mundo contemporáneo son algunas
de las palabras e ideas que suelen acompañar el nombre de Albert Camus. Él es
uno de esos creadores en los que ética es estética, y estética es ética. Pero
todo eso que puede sonar, a veces, a algo abstracto está hecho de partículas
emocionales y sentimentales. Camus buscó lo que todo individuo anhela, la
felicidad, y lo expresó sin tapujos en sus libros y diarios. En ellos deja
claro, recuerda, que no hay bien colectivo, que no hay felicidad en grupo si
antes no se ha encontrado y disfrutado de la felicidad individual. Es la
búsqueda primera y última. Esa sinceridad es la que hace, en parte, que conecte
con los lectores.
“En medio de la
plenitud del aire y la fertilidad del cielo, parecía que la única tarea de los
hombres fuese vivir y ser felices”, escribe el autor francés en La muerte feliz. Y esa
es la frase que inaugura el Breviario de la dignidad humana,
con el que Plataforma Editorial presenta casi 200 pensamientos extraídos de la
obra de Camus, cuyo título lo ha dado su hija Catherine, en una selección y
traducción de Elisenda Julibert.
Pensamientos e ideas
que permiten recorrer la geografía intelectual y sentimental del autor de obras
como El extranjero que
empieza por el lugar donde nació, Argelia: "Lo que podemos amar en Argel es
aquello de lo que todo el mundo vive: el mar a la vuelta de cualquier esquina,
cierto peso del sol, la belleza de la gente. (...) Este país no nos enseña
nada. No promete ni augura. Se conforma con dar, pero da con profusión".
(Bodas)
No es el único lugar
amado, también está Tipasa:
“El cielo gris y suave. En medio de las ruinas, los envites del mar un poco
agitado se alternan con el trinar de los pájaros. Veo el Chenoua enorme y
ligero. Moriré y este lugar continuará prodigando plenitud y belleza. No hay
nada amargo en este pensamiento. Por el contrario, me invade un sentimiento de
reconocimiento y de veneración”. (Carnets)
Todo eso dejando
claro lo que es Dios: “De
nosotros depende crear a Dios. El creador no es él. He ahí toda la historia del
cristianismo. Porque solo tenemos una forma de crear a Dios: llegar a serlo”.
Y el responsable de
ese dios es el Ser humano:
“¿Qué es un hombre? (…) Es esa fuerza que siempre termina derrocando a los
tiranos y a los dioses”. (Letra a una amigo alemán)
Esa
es una de las tareas con las que el ser humano se enfrenta al Vivir: “En
el apego de un hombre a la vida hay algo más fuerte que todas las miserias del
mundo. El juicio del cuerpo vale tanto como el del espíritu, y el cuerpo
retrocede ante la aniquilación. Adquirimos la costumbre de vivir antes que la
de pensar". (El
mito de Sísifo).
Es la conciencia del
vivir, del sentir y del pensar connaturales a la Realidad:
“Los sueños varían con cada hombre, pero la realidad del mundo es nuestra
patria común” (conferencia 14 dic. 1957).
Una realidad en la
cual juegan un papel esencial los Seres queridos: “(…) Siempre nos equivocamos dos
veces con los seres queridos, primero a su favor y luego en su contra”. (La muerte feliz).
Seres queridos que
suelen motivar el Viaje: “Pues
lo que da valor al viaje es el miedo. El viaje quiebra en nosotros una especie
de decorado interior (…). Pero asimismo, al sentir nuestra alma enferma, le
otorgamos a cada ser, a cada objeto, su valor de milagro”.
En
ese viaje se descubrirá la Libertad: “Si hoy se humilla o se encadena a la
libertad, no es porque sus enemigos hayan recurrido a la traición. (…) Sí, la
libertad está viuda, pero reconozcámoslo, porque esa es la verdad, está viuda
de todos nosotros”. (Pan y libertad)
Libertad y libertades
que contribuyen a la Felicidad:
“El error (…) consiste en creer (…) que existen condiciones para la felicidad.
Lo único que cuenta es la voluntad de ser feliz”. (La muerte de la felicidad).
No es tan difícil la
felicidad y a ella contribuye un Orgullo: “No obstante, a menudo me han dicho: no
hay nada de que sentirse orgullosos. Pero sí hay algo: este sol, este mar, mi
corazón palpitando de juventud, mi cuerpo salado y este inmenso paisaje donde
la ternura y la gloria se reúnen en el dorado y el azul”. (Bodas).
También contribuye a
esa felicidad y orgullo la Cultura: “Sin la cultura, y la relativa libertad
que ella supone, la sociedad, por perfecta que sea, no es más que una jungla”.
(L'artiste et
son temps)
Para evitar esa
jungla sin cultura es esencial el Arte: “El arte es un medio de conmover a la
mayoría de los hombres al ofrecerles una imagen privilegiada de los
sufrimientos y las alegrías comunes”. (Discurso del Nobel).
Y dentro del arte un
lugar privilegiado tiene la Belleza: “La belleza, que ayuda a vivir, también
ayuda a morir”. (Carnets
2).
Una belleza que
también contempla el Amor: “El auténtico amor no es una decisión ni es
libre. El corazón, sobre todo el corazón, no es libre. El amor es inevitable,
es el reconocimiento de lo inevitable”. (El primer hombre).
Es
tan inevitable el amor que él pone a prueba el concepto de Progreso:
“Progreso: renunciar a decirle a un ser amado cuánto nos hace sufrir”.(Carnets 2).
Los que no conocen
ese progreso experimentan sin saberlo la Desgracia: “Pues en no ser amado solo hay mala
suerte, pero en no amar hay desgracia”.
Pero con desgracia o
sin ella ¿dónde queda el Deseo?: “El deseo físico brutal es fácil. Pero el
deseo al mismo tiempo que la ternura requiere tiempo. Es preciso atravesar toda
la región del amor antes de encontrar la llama del deseo”. (Carnets 2)
Amor, ternura o
deseo, entre ellos se desliza la Melancolía: “No es la melancolía de las cosas en
ruinas lo que oprime el corazón, sino el amor desesperado de lo que dura
eternamente en la juventud eterna, el amor al porvenir”. (Carnets 3)
Esa misma melancolía
que puede ser paliada con la Imaginación: “Lo que más distingue al hombre del
animal es la imaginación”. (Carnets 2)
Una imaginación de la
que suele dar cuenta el Escritor: "(…) la nobleza de nuestro oficio
siempre tendrá sus raíces en dos compromisos difíciles de mantener: el rechazo
a mentir sobre lo que sabemos y la resistencia a la opresión”. (Discurso en Suecia)
Un escritor como
Camus que también habla del sencillo Placer: “(…) y de nuevo, un día, en las playas de
Brasil, comprendí que para mí no existe un placer mayor que sentir bajo mis
pies la arena virgen mientras ando al encuentro de una luz sonora, henchida del
canto de las olas”. (Carnets 3)
O incluso un
reencuentro con el placer básico que Albert Camus traslada en un gran mensaje
para entender la idea de felicidad, incluso, de Sísifo: “Todo
el gozo silencioso de Sísifo se encuentra en eso. Su destino le pertenece. Su
roca es todo lo que posee (…) La lucha por alcanzar las cimas basta para llenar
el corazón de un hombre. Hay que imaginar a Sísifo feliz”. (El mito de Sísifo)
W. MANRIQUE
SABOGAL EL PAÍS, 7 NOV 2013