Soy
el único hombre en la tierra y acaso no hay tierra ni hombre.
Acaso
un dios me engaña.
Acaso
un dios me ha condenado al tiempo, esa larga ilusión.
Sueño
la luna y sueño mis ojos que perciben la luna.
He
soñado a Cartago y a las legiones que desolaron a Cartago.
He
soñado a Virgilio.
He
soñado la colina del Gólgota y las cruces de Roma.
He
soñado la geometría.
He
soñado el punto, la línea, el plano y el volumen.
He
soñado el amarillo, el azul y el rojo.
He
soñado mi enfermiza niñez.
He
soñado los mapas y los reinos y aquel duelo en el alba.
He
soñado el inconcebible dolor.
He
soñado mi espada.
He
soñado a Elisabeth de Bohemia.
He
soñado la duda y la certidumbre.
He
soñado el día de ayer.
Quizá
no tuve ayer, quizá no he nacido.
Acaso
sueño haber soñado.
Siento
un poco de frío, un poco de miedo.
Sobre
el Danubio está la noche.
Seguiré
soñando a Descartes y a la fe de sus padres.
J.L. BORGES, Descartes