Inamesteg lo dijo y además hizo aparecer por la clase.
Y si se dice tanto y tan frecuentemente, y por tantos y tantos, es que tiene que ser así.
Porque claro, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, que es otro dicho y muybiendicho.
Pero,
¿y si el cojo es muy cojo? ¿y si el mentiroso es muy rápido, o muy hábil, o muy poderoso, o rápidoyhábilypoderoso?
¿No creéis que ha llegado el momento de comenzar a cuestionar, a poner en tela de juicio (bonita expresión, ¿verdad?) esos dichos? Porque, quizás, a lo mejor, un dicho por muchas veces que sea dicho (valga la redundancia) no tiene por qué ser verdadero; o porque que algo se repita una y otra vez no es prueba suficiente de su verdad; o porque lo que se dice y nos dicen e incluso decimos pudiera ser que no fuera así, o cuando menos no tiene por qué ser así; o, lo que sería aún peor,
Que sí; desde luego, que puede ser cierto... pero que su validez tendría que ser justificada, argumentada, demostrada ... porque si no fuera así... entonces....
¿POR QUE TENDRÍA QUE DECIR UNA VERDAD SI ME PUEDE SER BENEFICIOSO DECIR UNA MENTIRA?
ResponderEliminarEn una introducción podríamos decir que la sinceridad es la virtud de la franqueza, es el amor y el respeto por lo veraz. La persona sincera actúa siempre de buena fe y mantiene una coherencia entre sus palabras y sus actos. Es contrario a la mentira, a la duplicidad y a la hipocresía.
Decir la verdad debería ser uno de los pilares fundamentales dentro de cualquier tipo de relación. Es la base sobre la cual se puede sembrar y cosechar cualquier logro en la vida porque estás dando seguridad y confianza a los demás y ellos te ven como un ejemplo a seguir.
Si mentimos y la persona se entera por otros medios podemos alejar a esa persona de nosotros y que jamás tenga confianza en nosotros otra vez.
En definitiva, la verdad es uno de los aspectos más importantes de la sociedad, ya que se basa en los valores verdaderos de la vida de cada persona.
Pero por otro lado, decir la verdad no significa que haya que decirlo todo. Hay que decir lo que se piensa pensando lo que se dice. La sinceridad no es salvajismo cruel que espeta la verdad, ni exhibicionismo impúdico, ni imprudencia. Todos tenemos derecho a callar, conviene no olvidar que uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios. Hay ocasiones en las que se debe callar la verdad, así es cuando ésta lo único que puede acarrear es dolor y sufrimiento injusto o inútil a otra persona. Incluso pueden darse situaciones en las que uno no sólo tenga que callar y ocultar la verdad, sino mentir. A veces la mentira es el mal menor que hay que elegir. La sinceridad, la fidelidad a lo verdadero no es un absoluto.
Me temo que Blue se ha equivocado de sitio...
ResponderEliminar