La
palabra griega filósofo (philosophós) se formó en oposición a sophós. Se trata
del amante del conocimiento, del saber, a diferencia de aquel que estando en
posesión del conocimiento se llamaba sapiente o sabio. Este sentido de la
palabra ha persistido hasta hoy: la busca de la verdad, no la posesión de ella,
es la esencia de la filosofía. (…) Filosofía
quiere decir, ir de camino. Sus preguntas son más esenciales que sus
respuestas, y toda respuesta se convierte en una nueva pregunta.”
K. JASPERS
Pues
si la FILOSOFÍA ES IR DE CAMINO, aquí tenemos uno que vamos a empezar a
recorrer.
No sabemos, nadie sabe, por dónde nos llevará, qué
nos deparará, qué haremos ni qué encontraremos, ni siquiera si nos conducirá a
sitio alguno.
Ahí tenemos pues el camino,
EL CAMINO DEL PENSAMIENTO.
Pues no otra cosa es pensar.
APRENDICES DE CAMINANTES
Pero, cuidado, que el camino puede ser
pedregoso, escarpado, agreste. ¿No recordamos aquel otro de difícil subida y
salida, subterráneo y abrupto?
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